Queréndaro…

La palabra más bonita del español significa “Isla de las Salamandras Azules” en lengua precolombina y es el nombre de una ciudad del centro de México, cuyo centro histórico es Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Queretaro, Juego de Pelota

PRIMEROS POBLADORES
Ndamaxei Tlachco… Lugar dónde se juega pelota o “Crétaro” lugar de peñas; nombres otomíes…

Conin, Fernando de Tapia

LA CONQUISTA
Las primeras incursiones españolas en suelo queretano ocurren entre 1526 y 1529. Fueron a través de…

Batalla del Sangremal, Queretaro

LA BATALLA PACÍFICA DEL SANGREMAL
En la Loma del cerro de Sangremal, se llevaría a cabo un combate pacífico. Pelearían el mismo número…

Teatro de la república, Queretaro e Santiago

QUERÉTARO DE SANTIAGO
Noble y leal ciudad, nombrada así el 25 de julio de 1531, fecha en que la Iglesia Católica festeja la fiesta…

Primeros Pobladores

Ndamaxei Tlachco… Lugar dónde se juega pelota o “Crétaro” lugar de peñas; nombres otomíes concedidos a esta tierra que se eleva a 1,800 metros sobre el nivel del mar en el centro de México.

Existen vestigios de que el territorio queretano estuvo habitado 400 años A.C. con asentamientos humanos. Diez años después de la conquista de Tenochtitlán, un grupo Otomí lo habitaba, por lo que le llamaron Itzacchichi Mecapan o Tierra Blanca de Chichimecas. La mayor parte del territorio queretano, estuvo habitado alguna vez por indios pames, purépechas, chichimecas o tarascos. Algunos sucumbieron a la conquista española y se aliaron, mientras otros fueron más rebeldes y retrasaron la fusión de las culturas. Los Purépechas lo llamaron «Queréndaro» palabra de dónde se deriva el actual nombre de nuestro estado.

La etnia Otomí (Nhäñhú) formaba parte de los grupos indígenas de esta región, que además ha sobrevivido hasta nuestros días. Las mujeres vestían el huipil y la enagua y los hombres usaban taparrabo y ayate. Se dedicaban al cultivo de la tierra y aun cuando estaban preparados para la guerra, no vivían para ella. Eran profundamente religiosos y practicaban rituales complejos con un calendario tan amplio que duraba todo el año.

Según la leyenda de la Conquista de Querétaro, un indio de raza otomí llamado Conín, nativo del pueblo de Nopala, cercano a Jilotepec fue un excelente comerciante y negociador, en la zona de La Cañada, dónde se asentaban tribus chichimecas. Conín recibía pieles de animales a cambio de sal y granos. Para 1529, Conín y un grupo de familias otomíes se asentaron en la comarca cercana a La Cañada sitio en que había muchas peñas, llamándolo Queréndaro, que en lenguaje tarasco significa «Lugar donde hay peñas».

La Conquista

Las primeras incursiones españolas en suelo queretano ocurren entre 1526 y 1529. Fueron a través de Huimilpan y La Cañada, con enviados de la encomienda de Acámbaro, a cargo de Hernán Pérez de Bocanegra, acompañado de un religioso franciscano con la encomienda de catequizar a la región. Gracias a las dotes diplomáticas de Conín, quien fue convertido al catolicismo y bautizado con el nombre español de Fernando de Tapia, se logró la conquista de estas tierras, de manera pacífica

La Batalla Pacífica de Sangremal

En la Loma del cerro de Sangremal, se llevaría a cabo un combate pacífico. Pelearían el mismo número de hombres, sin armas, cuerpo a cuerpo, usando solamente los brazos, los pies y la boca.

Al amanecer del 25 de Julio de 1531, españoles y chichimecas comandados por el indio Conín, lucharon durante todo el día y al atardecer aún no había un vencedor. Los españoles al percatarse de la superioridad de los Chichimecas, comenzaron a pedir auxilio invocando a su santo patrono Señor Santiago. El cielo se oscureció, se eclipsó el sol, salieron las estrellas y apareció en el cielo una cruz, y a su lado el Apóstol Santiago montado en un brioso caballo. Los Chichimecas al darse cuenta de esto se rindieron

Fue gracias al indio Conín, leal a las tropas hispanas que se consumó la conquista en 1531. Conín se encargó de convencer a las tribus otomíes de Jilotepec para que se aliaran y ayudaran en la complicada tarea de conquistar y catequizar a los pobladores chichimecas de La Cañada. En el escudo de armas de la ciudad se observa un óvalo en cuyo centro se ve una cruz, teniendo a su lado al Apóstol Santiago a caballo, y en el cuartel superior, el Sol poniéndose y el cielo cubierto de estrellas.

Querétaro de Santiago

Querétaro de Santiago, noble y leal ciudad, nombrada así el 25 de julio de 1531, fecha en que la Iglesia Católica festeja la fiesta del Apóstol Santiago. Le fue concedida la categoría de Pueblo de Indios en 1537; de Villa en 1606; y de Muy Noble y Leal Ciudad de Santiago de Querétaro por Cédula Real, expedida en 1656, por el rey Felipe V en 1712. Todo acorde con una ciudad espléndida exponente del arte y las altas manifestaciones de la cultura. Desde el siglo XVIII, Querétaro era ya considerada “La Perla del Bajío» y «Tercera Ciudad del Virreinato», por su opulencia manifiesta. 

Querétaro guarda en su historia no solamente su participación sobresaliente y vital, para lograr el inicio de la Guerra de Independencia. Fue dos veces acreditada como capital de la República Mexicana. Durante la Revolución la ciudad aportó a la lucha armada no sólo sus hombres, sino sus haberes, sus casas, sus muebles, sus hospitales y contribuciones monetarias. Como digno reconocimiento a su valer, en esta tierra se promulgó la Constitución de 1917, misma que hoy nos rige y nos guía por la senda de la democracia.

Hoy Querétaro, es una mezcla de la sabiduría prehispánica y el afán aventurero del conquistador del viejo mundo. A 487 años de su fundación, Querétaro combina su historia y belleza colonial, con la magnificencia de la naturaleza. Por su gran valor arquitectónico, digna expresión universal del arte barroco, los monumentos del Centro Histórico y las cinco misiones franciscanas de la Sierra Gorda, han sido declaradas por la UNESCO (United Nations Educational Scientific and Cultural Organization) como Patrimonio de la Humanidad.

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